Papá

La suerte es aleatoria. A veces, eres tú quién la buscas y la encuentras, pero hay otras veces… que te elige ella… A mí me eligió. Hace 28 años, cuando mis padres decidieron adoptar un crío a causa de la esterilidad de mi madre.

Mi padre… él es mi suerte.  No solo cambió mi vida, sino que me ha dado una que muchos desearían tener, aquella que lo tienes todo y nunca te falta de nada. Aquella por la que muchos matarían, aquella que siempre honraré disfrutando cada minuto de ella.

Cada una de las cosas que te suceden en la vida, es un regalo. Y mi padre es el mayor regalo que puedes pedir, es mi ángel de la guarda y mi salvador.  Me sacó del orfanato de Rumania, me escogió de entre todos los niños y niñas que habitaban en ese sitio, que ni tan solo recuerdo. Pero me sacaste de allí para darme algo que no podría haber tenido en ese país. Amor. Gracias. Mil gracias.

«Eres sangre de mi sangre». Nosotros vamos más allá… porque el amor va más allá que el material genético, el amor es algo espiritual. Y gracias a ti, he aprendido a amar con el alma, con el corazón, sin importar de donde vengas ni quién eres. Simplemente amar.

Me elegiste. La suerte me eligió. Y voy a honrar eso. Voy a hacer que te sientas orgulloso de mí.

Te amo, no sangre de mi sangre. Mi ángel. Mi guardián. Mi ejemplo a seguir. Mi papá…

 

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