Querido diario.
Hoy es domingo, el calor es realmente apabullante aquí en las tierras valencianas, aunque se puede soportar, el día es tan soleado y radiante que es difícil no sonreír. A no ser que…
Hay ciertas situaciones que suceden durante el día que te dejan con una energía tan negativa, que ese día lo ves de una forma totalmente diferente a como lo veías al levantarte de la cama. Me acaba de suceder esto y créeme que es por mi insistencia sobre un tema que creo firmemente en él y que no se acepta esa firmeza, y por la impaciencia de la otra persona.
La verdad, querido diario, estoy un poco cansada de la impaciencia de las personas, la incapacidad de: que el paso del tiempo y que el debate respecto un tema no les resulte un mundo y una pérdida de tiempo, sobre todo si han accedido a hablarlo.
Es muy importante relativizar y analizar al situación, más que nada porque lo más probable es que al principio le des más importancia de la que tiene; eso te impide en seguir avanzando en tus tareas, cosa que no puedes permitir. Y eso intento siempre que tengo una circunstancia desagradable pero, ¿hasta que punto debo dejar de lado lo que me molesta?
En fin, ya me he desahogado contigo y la verdad es que me ha venido muy bien. Escribir las cosas que se te pasan por la cabeza y ordenarlas para que tengan una secuencia lógica tiene su dificultad. Además, al tener que ordenarlas, reduce el caos que provocan mis pensamientos, sobre todo en un momento de enfado, estrés, ansiedad, miedo, tristeza…
Nos vemos pronto 🙂